“No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.”
Romanos 12:17
Si tú crees que tu país es el más corrupto de Latino América, pues déjame comentarte que lamentablemente y según las últimas encuestas estás en sintonía con lo que piensa la mayoría de personas en la región; y es que todos sabemos que la corrupción ha sido una de las grandes problemáticas que se han enfrentado en el continente.
Lo importante entonces es determinar: ¿Qué dice la Biblia al respecto? y, ¿Cuál debería ser nuestra actitud como creyentes? Si aún estás interesado en responder estás preguntas, ¡Debes seguir leyendo!
Contexto Histórico
Eran los primeros años de la iglesia primitiva, el imperio romano controla prácticamente todo el mundo; un gobierno pagano, politeísta, corrupto y sumamente cruel en la captura y tortura de cristianos ya sea en el Coliseo o quemados vivos en la Pira (eran “antorchas humanas”), simplemente no eran buenos tiempos para hacerse llamar “cristiano”, ya que serlo te costaba la vida.
Sin embargo y a pesar de tener un imperio en contra, en esos días los cristianos no podían olvidar ni obviar las palabras del Señor Jesús que enseñó “dad al César lo que es del César…” y es por esa razón que ellos preferían perderlo todo y vivir en las profundidades de Roma antes que sublevarse ante sus gobernantes de turno.
En uno de mis libros favoritos, una novela llamada “El Mártir de las Catacumbas”, se narra el hecho cuando un soldado romano buscando capturar cristianos entro a las catacumbas de Roma, y a continuación él narra parte de lo que ha vivido:
“Antes yo pensaba que ellos [los cristianos] eran enemigos del Estado y dignos de muerte, pero descubrí que se trataba de personas que son leales súbditos del emperador y más bien virtuosos. Contra tales personas yo no podría extender jamás mi espada, y antes de hacerlo, la entregaría.”
– Marcelo (El Mártir de las Catacumbas, Anónimo, Ed. Portavoz, p. 70)
Y ese cuadro difícil, mi estimado(a) amigo(a), es el contexto histórico en donde el apóstol Pablo enuncia el siguiente deber cristiano:
Instrucción Bíblica
“Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.”
Romanos 13:1
“Seguramente esas autoridades de aquel tiempo merecían el respeto y sujeción de los creyentes…” o “¡Es que no conocen los gobernantes pícaros que yo tengo en mi país!”, etc., y podríamos argumentar miles de cosas para tratar de eludir este mandato, aunque ya hemos visto que históricamente ha sido así: difícil.
La instrucción entonces no cambia en cuanto a que debemos someternos y orar por ellos (1 Tim. 2:1-2), sin importar el gobierno en particular puesto que tenemos un mandamiento general. Además, debemos aprender a pensar bíblicamente en el sentido que hay profecías que indican que los gobiernos del mundo prepararan el camino del Anticristo antes del rapto, siendo cada día más humanistas y en contra de Dios.
Como dice el pastor Gustavo Zepeda:
“Yo tengo una creencia: Dios no pone los gobernantes que el pueblo se merece sino los que ocupa la iglesia según Sus planes… Nerón era lo que la iglesia ocupo para crecer: No pensemos en función de lo económico o lo terrenal…”
Me he sentido confrontado como nunca antes en estos últimos días por estos textos de Romanos 13, pero esa forma de pensar bíblica me ha sacudido mi forma de ver las cosas y me mueve a retarte a lo siguiente:
¡Que se oiga tu voz!
Quizás tú has sido testigo de actos injustos y créeme que comprendo cuando la sangre hierve de cólera al ver algo así; y te animo a pronunciarte en los términos en los que legalmente puedas hacerlo, sin embargo cuando digo que no te quedes callado es porque quiero animarte a ¡Que se oiga tu voz en el cielo! Es decir que puedes hacer algo y deberías hacerlo de entrada, ¡Y ese algo es orar!
“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.”
1 Timoteo 2:1-4
Recuerda que se nos ha instruido a no cansarnos de hacer lo bueno, porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos… Además a no ser vencidos por lo malo, sino que con el bien podemos vencer al mal. Ánimo querido amigo (a), si esto fuera fácil, ¡Todo el mundo estuviera haciéndolo!
La vida cristiana no es un montón de información aburrida y poco práctica, más bien se trata de actitudes extraordinarias para el día a día que basamos en lo que la Biblia manda y enseña.
¡Dios te bendiga querido(a) amigo(a)!
Marcos Zúniga
Ps:
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¿Hay alguna autoridad NO puesta por Dios? / Exégesis de Oseas 8:4