Es gracioso como somos a veces: En una semana haciendo ejercicios y comiendo de forma saludable queremos borrar el impacto de meses (quizás años) de una vida sin ejercicios y exceso de comida chatarra…
¡Pero lo más increíble de todo es que así somos con la vida espiritual también!
Tratamos siempre de invertir lo mínimo para obtener lo más y mejor que Dios tiene para nosotros, el carácter y la madurez no es una «sopa instantanea», requieren tiempo, pero también es una segura inversión a corto, mediano y largo plazo!
¿Te caíste? Levantate y sigue corriendo… Es simple: Solo sigue corriendo.
«Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.»
Filipenses 3:13-14