«Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues ANTES que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero DESPUÉS que vinieron, se retraía y se apartaba, porque TENÍA MIEDO de los de la circuncisión. Y en su SIMULACIÓN participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la HIPOCRESÍA de ellos.»
Gálatas 2:11-13

Hay una decisión que cada cristiano debe tomar en su vida y es:

– ¿A quién quiero agradar?

Esa es la pregunta clave y es personal.

Pedro, el apóstol que anduvo con Jesús, el mismo que predicó y se convirtieron 3 mil personas una vez, que sanaba enfermos hasta con su sombra; ése Pedro tenía miedo de quedar mal con alguna gente y por eso cayó en la hipocresía.

Sí él cayó en eso no debo pensar que estoy excento de caer en esa área… Así que, ¿Cómo estoy en esa área? ¿Estoy siendo sincero con el Señor? ¿A quién quiero agradar?

La hipocresía es tan peligrosa que afecta a otras personas… ¡Al punto de hacerlas igual de hipócritas! Es de tenerle cuidado…

La hipocresía y los hipócritas

Marcos Zúniga


Discípulo de Jesús | Investigador en Formación | Máster | Ingeniero en Sistemas Computacionales | Promotor de Arte Dramático | Blogger


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