Entonces habló Dios a Noé, diciendo: Sal del arca… Entonces salió Noé… Y edificó Noé un altar a Jehová… Y percibió Jehová olor grato…
Génesis 8:15-16a, 18a, 20a, 21a
Que cuadro ese: Noé saliendo con su familia del arca en la cuál han vivido por poco más de 1 año desde que comenzó el diluvio y lo primero que hace es un altar para Dios…
Ya me imagino como se sentía totalmente humillado por la gracia de Dios para con él y su familia (ver Gén. 6:8), creo que Noé comprendió perfectamente cuál era su lugar y cuál era Su lugar.
Después del diluvio Noé vio a Dios como lo que es: Dios. Difícilmente imagino que lo vería como un siervo al cuál darle instrucciones, después de ver la justicia de Dios juzgando al mundo, es fácil ubicarse…
Eso me pone a pensar: Y yo, ¿Cómo veo a Dios? Quiero verlo como quién es: Dios… Porque solamente así lo que haga para Él podrá subir como un olor fragante a Su presencia…