«Habló Jehová… diciendo: […] Todos los contados en el campamento de Judá… marcharán delante.»
Números 2:1,9
Judá: el de la idea de vender a José, el que prefirió alejarse de su familia a afrontar lo sucedido, el que no supo guiar a sus hijos en el temor de Dios y por eso Dios se los voló; el que se metió con su nuera por faltar a su palabra…
¡Ése Judá marcha DELANTE!
La gracia de Dios tomó un pecador como Judá y lo convirtió en un patriarca de clase mundial.
En el camino Judá tuvo que aprender y cambiar él… Y aprendió, aprendió que:
- En lugar de vender a su hermano uno debe sacrificarse por su hermano…
- En vez de viajar para alejarme de mi familia debía viajar para no dejar morir de hambre a su familia…
- En vez de criar a sus hijos fuera de la cobertura familiar, era mejor criar a sus hijos cerca de su padre Jacob.
¡En Cristo yo estoy llamado a marchar delante! ¡En Él soy más que vencedor!
La clave está no pensar tanto en la clase de pecador que soy (Dios YA sabe la clase de «paquete» que compró), la clave está en ver la clase de Dios que es Él.
Gracias a Dios por Judá, su vida y sus luchas me dan esperanza, Dios sabe lo que está haciendo.
