«… Marcha, oh alma mía, con poder.»
Jueces 5:21b
¿De dónde vienen mis fuerzas? Sin duda que cuando vienen de Dios, entonces se puede marchar con verdadero poder, pero para que eso suceda debo hacer algunos cambios en mis pensamientos, como por ejemplo las siguientes sustituciones:
Yo merezco esto 👉 Soy diligente
Él/ella se merecen mi maltrato 👉 Mi gentileza debe ser conocida por todos
No puedo perdonar 👉 Puedo y quiero perdonar
Yo puedo sólo 👉 En Dios haré proezas
La verdad está en mi interior 👉 La verdad está en Su Palabra
Puedo fallar 👉 Puede que sí, pero Dios no falla
Haré lo que dicta mi corazón 👉 Mi corazón es engañoso y perverso
Etc.
Para marchar con Dios debo aprender a ver las cosas como Él las ve, pero además, el que marcha con Dios, marcha con poder.