¿Cómo puedo medir el éxito de mi ministerio?
¿Te has hecho esa pregunta alguna vez en la vida? Sí tú eres un pastor o algún líder de grupo de crecimiento o encargado de un ministerio especializado como por ejemplo ministerios de música, teatro, ujieres, producción, niños, blogs, etc. El asunto para todos es el mismo: ¿Cómo sé que la cosa va bien?
Este tema a cualquier líder le puede interesar, puesto que lo que no se puede medir no se puede mejorar. Pero el riesgo es usar los mismos indicadores de éxito que usa el mundo, basarse en las masas o en la fama pueden ser una trampa, al menos desde el punto de vista espiritual.
En la Biblia encontramos hombres de Dios que fueron exitosos a la vista de los hombres, como José, Daniel y Hageo; y otros que fueron el verdadero hazmerreír de sus contemporáneos, como Jeremías y Ezequiel; así que, ¿Cuál es la clave? Para entender bien esto debemos considerar lo siguiente:
Un verdadero hombre de Dios trata de agradar en todo a Dios, y con eso, se da por satisfecho.
No quiero arriesgarme a enfocar de una manera muy simplista el tema, puede ser que más adelante lo vuelva a tocar, por lo que en esta ocasión solo hablaré de dos indicadores basados en la Biblia para saber qué tan exitoso estás siendo en tu ministerio cristiano, ¿Te interesa? ¡Aquí vamos!
Indicador de Éxito de mi Ministerio No. 1: Obediencia personal
“31 Mi pueblo acude a ti cuando es la hora de reunión, se sienta ante ti y escucha tus palabras, pero no ponen en práctica lo que dices porque hacen comentarios eróticos y buscan lo que es de provecho propio.32 Para ellos no eres más que un cantante de canciones eróticas. Tienes una voz melodiosa y haces música dulce; ellos te escuchan, pero no te hacen caso.”
Ezequiel 30:31-32 (PDT)
En muchas ocasiones encontramos, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, a hombres y mujeres de Dios a los que no les va tan bien por ir a predicar el mensaje que Dios les ha mandado decir; a nuestros ojos ellos no tuvieron éxito pero a los ojos de Dios es muy distinto porque: ¡Ellos obedecieron!
Dios no nos está pidiendo que la gente reaccione a nuestro ministerio, Él nos pide que vayamos y hagamos lo que Él quiere: hacer discípulos, comunicar Su mensaje, amarnos los unos a los otros, aconsejar en base a Su Palabra, etc., y con eso, hemos hecho lo que se nos ha pedido, que por cierto, eso nos convierte nada más en siervos inútiles, así que tampoco es para tanto…
Si alguien te pregunta: ¿Qué tan bien está tu ministerio?
Pregúntate a ti mismo: ¿Qué tan obediente estoy siendo últimamente?
Y ese es un muy buen indicador de cómo anda el ministerio y como andas tú…
Indicador de Éxito de mi Ministerio No. 2: Amor hacia los demás
“1 A Jonás no le gustó nada que Dios salvara la ciudad y se enfureció. 2 Entonces oró al SEÑOR y le dijo: […] 3Ahora SEÑOR, te ruego que me quites la vida, pues prefiero morir a tener que vivir así.
4 Entonces el SEÑOR le preguntó: —¿De verdad estás tan enojado?”
Jonás 4:1-2a, 3-4 (PDT)
Jonás fue enviado a predicar a Nínive, después de que el gran pez lo vomitó se dispuso a hacerlo con el “infortunio” (comillas importantes) de que la gente se arrepintió y confío en lo que les predico y en Dios.
Vaya, no sé tú, pero si una ciudad de 120 mil habitantes confiaran en Dios por causa de mi predicación creo que ni cabría de alegría, ¡Qué éxito!… Oh, momento, no fue del todo así, ¿Verdad? ¿Qué paso aquí? Hay un problema… Hay falta de amor.
Has escuchado personas que dicen: “Amo predicar”; eso no debe impresionarte porque la pregunta importante por hacer es: ¿Amas a las personas a las cuáles les predicas o sirves? Jonás no amaba a la gente de Nínive, por eso su malestar y por eso su falta de “éxito espiritual”, por llamarlo así.
Pablo dijo una vez:
“Yo puedo tener el don de profetizar y conocer todos los secretos de Dios. También puedo tener todo el conocimiento y tener una fe que mueva montañas. Pero si no tengo amor, no soy nada.”
1 Corintios 13:2 (PDT)
Si alguien te pregunta: ¿Qué tan bien está tu ministerio?
Pregúntate a ti mismo: ¿Qué tanto amo a las personas últimamente?
Y ese es un muy buen indicador de cómo anda el ministerio y como andas tú…
Saludos finales
Si has llegado hasta aquí y me permites darte un consejo sería el siguiente: Concéntrate en obedecer a Dios, amarlo cada día más porque el milagro más grande ocurre cuando nuestro corazón es cambiado por Dios para Él.
¡Dios te bendiga querido(a) amigo(a)!
Marcos Zúniga