Es feo que hablen mal de uno, pero es más feo cuando te das cuenta de eso. Aunque, también aquí se podría incluir el hecho que hablen mal de uno enfrente de uno… ¿Te ha pasado? ¿Cómo lo has manejado?
Me gustaría compartir contigo sobre 3 personajes que podrías recordar para manejar mejor tus emociones y reacciones en este tema, ¿Me acompañas?
1.- Acuérdate de Juan el Bautista
“Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y decís: Demonio tiene.»
Lucas 7:33
Sí ha habido una persona que en sentido figurado “no ha matado ni a una mosca”, ese es Juan el Bautista. Este hombre piadoso, primo hermano de Jesús, fue utilizado por Dios para bautizar nada más y nada menos que a Su Hijo amado.
Ahora bien, Juan el Bautista es uno de esos personajes que tendemos a olvidar en el Nuevo Testamento, sin embargo, el mismo Jesús dijo de él en ese capítulo 7 de Lucas que “…entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista…” Ni Isaías, ni Elías, ni Samuel, ni Moisés; Juan el Bautista es mayor que todos ellos… ¡Wow!
¿Por qué Jesús diría eso? Pues no nos lo explica, pero mi punto de vista muy personal es que lo dice porque Juan el Bautista es el único profeta del cual se profetizo que vendría, más precisamente en el libro de Isaías en el capítulo 40 verso 3 se habla de Juan, y él lo sabía.
Juan el Bautista vivió alejado de las ciudades, concentrado en su ministerio, fue todo un santo en el sentido que decidió despojarse en su vida de los placeres en los cuales solemos entreternos; a pesar de todo eso la gente se atrevió a hablar mal de él.
Digo, sí la gente habló mal de alguien como Juan el Bautista, ¿Qué se podría esperar que dijeran de mí?
2.- Acuérdate de Jesús
“Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: Éste es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.”
Lucas 7:34
Bueno, Juan el Bautista era un hombre y se podía hablar mal de él porque algún pecado tenía que tener, pero ¿Hablar mal de Jesús?, Estamos hablando de Dios hecho hombre, la persona más santa y pura que ha pisado la tierra, la perfección viviente… ¡La gente se atrevió a hablar mal de Él!
No sólo en ese pasaje de Lucas, en algunas ocasiones dijeron que Jesús echaba fuera demonios porque Él era el príncipe de los demonios (Mateo 9:34, Mateo 12:24 y Lucas 11:15).
Además, cuando hicieron el juicio de Jesús (Mateo 26:57-68), muchos testigos falsos dijeron cualquier cantidad de mentiras y tonteras sobre Él… Y enfrente de Él.
Digo, sí la gente habló mal de Jesús, sin tener ninguna razón válida para hacerlo, ¿Qué se podría esperar que dijeran de mí?
3.- Acuérdate de ti mismo
“Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti; porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas veces.”
Eclesiastés 7:21-22
Y bueno, ese pasaje es sabiduría para corregir corazones… Cualquier persona honesta tendrá que admitir que ha hablado (y pensado) mal de otros muchas veces.
Así que, sí somos honestos, entonces tendrás que admitir que Salomón tiene razón de que es mejor no hacerle mucho caso a las cosas que se dicen, porque igual uno también ha sido partícipe de ese tipo de situaciones en el pasado contra otros (as).
Despedida
Para despedir este blog me gustaría cerrar con una frase de Charles Spurgeon, que queda como anillo al dedo con este tema:
«Si un hombre piensa mal de ti, no te enojes con él, porque tú eres peor de lo que él piensa.»
¡Qué Dios te bendiga!
Marcos Zúniga