Casarse bien“ es el título de esta serie de temas que hoy comienzo a escribir, pero que me ha tomado años aprender (y sigo aprendiendo).

Casarse bien“ es una corta frase de dos palabras que resume un sueño para muchos de nosotros los solteros, para algunos un sueño posible y deseable y para otros utópico e inalcanzable.

Pero, déjame decirte que en la espera he entendido que la única manera de casarse bien es cuando dejas que sea Dios quien te case.

Y como la mejor manera de comenzar algo es cuando comenzamos por el principio, ¿Te parece sí de una vez vemos como empezó todo? ¡Pues vamos a por ello!

Un Regalo Inesperado

Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.

Génesis 2:22 RVR1960

En Génesis 2 vemos cuando Dios había concluido Su creación y dice la Palabra que todo lo que había hecho era «bueno en gran manera», todo, excepto algo: el hombre estaba sólo (Génesis 2:18). En otras palabras el hombre tenía un problema que no podía resolver…

¡Pero lo increíble es que Dios hizo algo al respecto! 

El simple hecho que Dios haya tomado la iniciativa sin que Adán siquiera se hubiera dado cuenta que tenía un problema es algo que debe llamarnos a la reflexión…

Y como suele suceder, Dios rebasó por completo cualquier expectativa que el hombre pudiera tener.

El hombre dijo:

«¡Al fin! ¡Esta es hueso de mis huesos
y carne de mi carne!
La llamaré “mujer”,
porque fue sacada del hombre».

Génesis 2:23 PDT

Y fue así como Dios le dio a Adán un regalo inesperado: la primera esposa de la historia.

El hombre que halla esposa encuentra un tesoro, y recibe el favor del Señor.

Proverbios 18:22 NTV

Regalos vs. Premios

No sé cómo lo ves tú, pero algo que hace poco comprendí y que es bastante sutil en nuestra cultura es ver y tratar a los cónyuges como sí fueran un premio que nos ganamos por nuestros méritos en lugar de ser un regalo que recibimos por gracia.

Claro que tiene sentido, es decir: Estudias y te preparas, te cuidas, trabajas duro, ahorras y de alguna manera comienzas a pensar que «mereces» a alguien de ciertas características o estatus; esa popular línea de pensamiento tiene mucho sentido, el único problema es que es una mentira, un engaño.

Mira lo que Dios dice al respecto:

La gente recibe como herencia casas y dinero,
pero una buena esposa es un regalo del SEÑOR.

Proverbios 19:14 PDT

¿Te cuento un secreto? Los regalos no se ganan, sólo se reciben.

Por otra parte, los regalos se reciben de una persona que tiene el deseo y la capacidad para darlos. En el proverbio se hace la comparativa con las cosas que nuestros padres nos dejan por herencia, y es similar; nadie se merece una herencia, la verdad es que se entregan por amor.

Ahora bien, pensemos un poco en los regalos: Algunos esperamos obsequios en fechas específicas, por ejemplo nuestro cumpleaños y la Navidad son momentos que usualmente no cambian en el año, pero, ¿Y una buena esposa para cuándo?

Esa pregunta saca otra pregunta: 

¿Quién es el Dador del regalo?

Pensemos un poco en Dios: Él es Santo, bueno, justo, fiel, misericordioso, todopoderoso; simplemente es Dios.

¿Y qué piensa Dios de nuestro futuro? Él mismo nos lo dice en Su Palabra:

Pues conozco los planes que para ustedes tengo, dice el Señor. Son planes de bien y no de mal, para darles un futuro y una esperanza.

Jeremías 29:11 NBV

La mente perfecta, pura, buena y santa de Dios fue en donde se originaron Sus planes para nuestras vidas, y sí somos honestos con nosotros esto implica que dichos planes tienen que ser muchísimo mejores que los nuestros.

Pero además, en Su Palabra vemos que Dios está comprometido con nuestro crecimiento espiritual, Pablo lo afirma en Filipenses cuando dice:

Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.

Filipenses 1:6 NTV

Dios está más comprometido con desarrollar en nuestras vidas un carácter similar al de Cristo que en nuestra felicidad terrenal. Sí bien es cierto, rendir nuestra vida en obediencia al SEÑOR no siempre nos libera del dolor, siempre nos llenará de Su paz, una paz que sobrepasa todo entendimiento.

Continuará…

En esta primera entrada concluimos que una buena esposa es un regalo de Dios, y como todo regalo se recibe por gracia sin mérito de nuestra parte, ese pequeño cambio de enfoque lo cambia todo.

Pero, ¿Quieres saber que más se necesita para casarse bien?… Yo también.

¡Continuaremos juntos aprendiendo del tema! Puedes ver y esperar más artículos, todos con la etiqueta: “Casarse bien“, ¡No te los puedes perder!

Dios te bendiga, querido amigo.

Marcos Zúniga

Casarse Bien (1): Un Regalo Inesperado

Marcos Zúniga


Discípulo de Jesús | Investigador en Formación | Máster | Ingeniero en Sistemas Computacionales | Promotor de Arte Dramático | Blogger


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