“Recuerden que ustedes no tenían a Cristo: no eran ciudadanos de Israel, no tenían nada que ver con los pactos ni con las promesas de Dios. Ustedes vivían sin Dios en el mundo y sin ninguna esperanza.”
Efesios 2:12 PDT
Confié en Cristo como mi Salvador cuando tenia 15 años, hace ya bastante tiempo en realidad, por eso cuando meditaba en Efesios 2:12 esta semana recordé por un momento algunas cosas que a uno fácilmente se le olvidan.
Verdades elementales como el hecho que un creyente ya tiene a un Salvador (Cristo), es ciudadano del cielo y tenemos una morada asegurada por El mismo allá, ademas ahora tenemos un Dios verdadero a quien amar y adorar y en El una esperanza segura.
Todo eso, que ya es bastante, más algo súper especial que me cautivo: ¡Ahora tenemos a nuestra disposición todas Sus promesas!
Es decir, el NO creyente, quien no ha recibido a Cristo como su Salvador, solamente tiene 2 promesas de parte de Dios (ver Juan 3:18):
- Si recibe a Jesús como su Salvador será salvo.
- Si no lo recibe, ya está condenado.
No hay mas promesas de Dios para el NO creyente que estas dos…
Ahora bien, cuando creímos en El tenemos acceso a una cantidad increíble de promesas de Dios para nuestras vidas, y éstas se adaptan a las situaciones tormentosas en que nos encontremos, a continuación, te comparto algunas de mis favoritas:
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Cuando me siento solo.
«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”
Isaías 41:10 RVR1960
- Cuando perdí a mi papá.
“… no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.”
Nehemías 8:10 RVR1960
“Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.”
Salmos 27:10 RVR1960
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Cuando salgo de viaje.
“He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.”
Génesis 28:15 RVR1960
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Cuando caigo.
“«Recuerda todo esto, Jacob, porque tú eres mi siervo, Israel. Yo te hice, tú eres mi siervo. Israel, nunca te echaré al olvido. Como se disipa una nube, yo he disipado tus maldades, y tus pecados como la neblina. Vuelve a mí, porque yo te salvé».”
Isaías 44:21-22 PDT
- Cuando veo que la cosa se pone mal.
“A Jehová he puesto siempre delante de mí;
Porque está a mi diestra, no seré conmovido.”
Salmos 16:8 RVR1960
- Cuando creo haber perdido tiempo por mi necedad.
“Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.”
Joel 2:25 RVR1960
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Cuando me desespero.
“Las cosas que planeo no ocurrirán tan pronto, pero con toda seguridad ocurrirán. Aunque pienses que se demoran en cumplirse, no te desesperes. ¡Todo acontecerá en el día que he señalado!”
Habacuc 2:3 NBV
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Cuando creo no merecer otra oportunidad.
“Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.”
Juan 12:47 RVR1960
- Cuando me siento indigno.
“Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.”
Salmos 51:7, 10 RVR1960
- Cuando no entiendo lo que está pasando.
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”
Isaías 55:8-9 RVR1960
Podría seguir, pero el punto es que recordé que nosotros los creyentes no vivimos de explicaciones, sino de promesas.
“Dios nos ha dado preciosas y grandísimas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción de este mundo debido a los malos deseos, puedan ser partícipes de la naturaleza divina.”
2 Pedro 1:4 NBV
Dios te bendiga, querido amigo.
SDG ~ Marcos Zúniga
