“Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén.”
Lucas 24:13
En esta historia de los dos discípulos que van camino de Emaús y que encontramos en Lucas 24:13-35, los discípulos nos tipifican a ti y a mi, puede ser también a la iglesia actual porque nos habla de la realidad que podemos estar viviendo en nuestras vidas; y es que ellos no entendían el proyecto de Dios, mientras iban camino de Emaús estaban abandonando Jerusalén, que era donde debían esperar según las instrucciones de Jesús.
Emaús significaba un “lugar de deliciosas aguas” o “fuente de aguas termales”, ¡Que rico! ¿Te lo imaginas? Después del trajín que supuso la crucifixión de Jesús, estos dos discípulos buscaban un merecido descanso en un lugar así de agradable (apenas habían pasado dos días de la muerte de Jesús), pero ellos iban directo a un “spa” de la antigüedad.
Lastimosamente, ésa no era la voluntad de Jesús para sus vidas. En esta historia, Emaús significa mi comodidad, mis deseos, lo que yo quiero y olvidarme de lo que Dios quiere. Es perderle de vista completamente para centrarme en el “yo”.
Y existen una serie de indicadores que nos pueden ayudar para saber si estamos cayendo en ese camino de Emaús, te animo a que leas la historia y ahora mismo veamos algunos puntos importantes de estos dos discípulos que podemos ser tú o yo:
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Hablaban demasiado. (v.14 “E iban hablando entre sí”) ¿¡Hablamos demasiado?! Nos hablamos entre nosotros mismos, nos llenamos de platicas vanas, pero no hablamos con Dios ni tampoco le consideramos.
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Discutían entre si. (v.15 “mientras hablaban y discutían entre sí”) ¿Nos cuesta tener buenas relaciones con nuestros hermanos? Ojo con ese detalle, porque si es así, vamos camino de Emaús…
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Ojos velados. (v.16 “los ojos de ellos estaban velados”) ¡El velo se quita al convertirse a Cristo! Mientras tengamos el velo puesto no podremos verle ni mucho menos entenderle…
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Estar tristes. (v.17 “¿…y por qué estáis tristes?”) ¡Esta es una característica de haber perdido totalmente la visión! No se puede salir triste de la presencia de Dios, si es así, algo pasa en nuestro corazón y vamos camino de ya sabes donde…
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Vivir del pasado. (v.19-21 “De Jesús nazareno, que fue varón profeta”) ¿Cuándo y cuál fue mi última experiencia con Dios? ¡Dios es un Dios de presente! ¡Dios NO es un Dios de pasado!
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Hay incredulidad en nuestros corazones. (v.22-24 “…habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive…”) Nos cuesta creer las maravillas de Dios porque hemos perdido Su visión.
¿Hace cuánto tiempo no tienes un buen devocional? Si fue hace más de una semana preocúpate, estos dos discípulos solo llevaban dos días de desconexión e iban a otro lugar muy distintos de donde Dios los quería, estaban totalmente perdidos.
“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.”
Lucas 24:27 (RV60)
Luego, Jesús comienza a explicarles todo nuevamente, como preguntándoles: “¿Es que no se dan cuenta de lo que estoy haciendo?”, las personas naturales piensan que Jesús fue algo bonito lo que padeció por nosotros y es un buen ejemplo o a lo más un buen hombre, los espirituales ven cómo Jesús triunfó en la cruz y ganó la batalla.
Sabes algo, Jesús fue muy duro en sus respuestas a los dos discípulos pero siempre dijo la verdad y es que así es Él: Jesús siempre dice la verdad. A veces la verdad es fuerte, pero es que Él está buscando una reacción de parte nuestra, Él anhela que busquemos intimidad con Él.
¡Es hermoso ver cómo Jesús tomó la iniciativa y fue a buscar a los dos discípulos! Y es que si Jesús no toma la iniciativa, estamos perdidos… ¡Si la presencia de Dios no se acerca no hay remedio para nuestras vidas! No hay tal cosa como: “Yo busque de Dios”, en la Biblia vemos lo contrario, todos nosotros nos hemos desviado buscando nuestro camino y es Dios quién viene a buscarnos. Y Dios quiere obtener la siguiente reacción:
“Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros,…”
Lucas 24:28-29a
¡Jesús, quédate con nosotros! Es que no tenemos otra salida, no tenemos otro evangelio… ¡Te necesitamos Jesús! Ésa es la reacción que Él busca al hacer como que iba más lejos, encender esa necesidad en nuestro ser de tenerle cerca en intimidad.
Dios quiere que le busquemos aunque no parezca el tiempo, los discípulos regresaron esa misma noche a Jerusalén a esperarle donde Él había dicho que debían esperar:
“Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan.”
Lucas 24:33-35
Si tu vida ha estado en ese camino de Emaús, quiero decirte que Jesús anhela que busques intimidad con Él. No pierdas más el tiempo, pídele que se quede contigo, pídeselo ahora.
¡Que Dios te bendiga querido(a) amigo(a)!
Marcos Zúniga
* Este artículo está basado en una predicación de mi amigo el Pastor David Reyes del Centro Cristiano Bautista de Mondragon, España, en la primavera del 2014 *