«Porque seré propicio a sus injusticias,
HEBREOS 8:12
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.»
Propiciación es una palabra que viene del griego jilasmós (jλασμοσ), que significa «expiar por el pecado», dando la idea de que «Dios se propicio para evitar una calamidad»; en otras palabras propiciación es la acción de «quitar la ira de Dios por mis pecados«.
La ira de Dios es real.
Propiciación
Como se describió, propiciación es la remoción de la ira de Dios, se trata de apartar la ira mediante la satisfacción de la justicia. A continuación veamos algunos pasajes:
«a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados»
ROMANOS 3:25
«Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.»
1 JUAN 2:2
«En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.»
1 JUAN 4:10
¡Qué definición de amor!
La ira de Dios
Ahora bien, no se puede entender la propiciación si no entendemos lo serio que es el pecado y que se trata de una ofensa infinita.
Para explicar mejor este punto tomaré un ejemplo que le gusta usar al pastor Gustavo Zepeda, que va más o menos así:
Imagínate que por bromear tú le pegas a un amigo tuyo en la gorra (piensa que tu amigo está usando una gorra), ¿Qué te pasaría a ti? Pues muy posiblemente nada; ahora, imagina que en lugar de pegarle a tu amigo le pegas en la gorra al presidente de tu país en público, ¿Qué crees que te pasaría? Creo que no te va a ir muy bien…
La acción es la misma, pero la diferencia es la persona que recibe el irrespeto, ¡Su posición y su poder! Por eso es que cada pecado es de una gravedad infinita y por eso sólo se necesita de un pecado para merecer un castigo infinito.
Cada pecado despertó una ira infinita, la muestra del amor de Dios por mí es que fue la propiciación por mis pecados: ¡Es incalculable lo que Jesús hizo por mí!
¡Salvación sublime!
¿Dónde queda la propiciación para la gente que piensa que la salvación se puede perder? Sí no estoy agradecido infinitamente con Dios por haberme salvado es que no he entendido la propiciación.
Cada persona está acumulando una ira infinita, pero Jesús se interpuso en medio de la ira de Dios y yo; es como sí el Padre descargara toda la cólera que acumuló por los pecados en Jesús. La carga de pecados que Cristo sufrió en la cruz es indescriptible.
Ni aun en toda la eternidad en el infierno se pagará la ira acumulada de Dios…
Pero esa es la buena noticia: ¡Dios ya NO tiene ira contra los salvos! Jesús satisfizo la justicia de Dios, la deuda quedó pagada, tetelestai: Consumado es. Él quiso pagarla por completo.
No es que Dios se haga de la vista gorda con la deuda de pecado, porque Dios es un Juez justo, Él es santo; así que no desapareció, sino que fue derramada sobre Jesús.
Es por eso que no puede estar orgulloso de ser salvo, sino que estoy agradecido por ser salvo…
La sangre de Cristo asegura que NUNCA más habrá ira de Dios contra el que ya ha sido salvado, fue Su sangre la que calmó toda la ira de Dios. Por eso es que nuestras obras no aportan nada a nuestra salvación.
Y por eso es que no hay manera de perder la salvación, Dios NO se puede volver a enojar con el pecador redimido porque la ira del Padre fue saciada por el Hijo en la cruz.
Saludos y despedida
Propiciación: Jesús decidió sufrir el castigo que yo merecía.
Sabes algo, meditando en este concepto y entendiendo que Dios Hijo en la cruz se dio del todo por mí… Recordé una canción viejita, pero muy, muy buena:
¡Dios te bendiga querido amigo!
SDG ~ Marcos Zúniga