Asegúrate de hacer todo lo que el SEÑOR tu Dios te ordene, sin desobedecer ninguno de los mandamientos.”

DEUTERONOMIO 5:32 PDT

A veces no entendemos a Dios.

Las cosas que Dios nos pide que hagamos frecuentemente resultan ir en contra de lo que el mundo nos ha enseñado que deberíamos hacer. Eso pasa ahora, pasó antes y pasará en el futuro… Hasta que Jesús regrese.

A continuación, algunos ejemplos de “cosas extrañas” que Dios nos pide:

  • Honrar a nuestros padres, aunque éstos hayan sido de lo peor.
  • Guardarnos en pureza y santidad evitando relaciones fuera del matrimonio.
  • Perdonar a esa persona que nos ha hecho tanto mal.
  • Negarnos a hacer algo incorrecto solo porque nuestro jefe nos presione.
  • Respetar a nuestras autoridades, aunque éstas sean corruptas.

¿Te parece lógico todo esto? Puede que no, pero a Dios le agrada.

Así que, en este artículo examinaremos una historia donde el NO hacer caso a lo que Dios nos pide que hagamos tuvo un desenlace trágico, ¿Interesado(a)? ¡Pues aquí vamos!

La Caída de Jerusalén y del Rey Sedequías

En términos generales Sedequías fue un mal rey, en términos espirituales fue de lo peor. Un rey con una personalidad débil e influenciable, pero que además promovía el paganismo en el pueblo de Dios.

En Jeremías 38:14-28 pasa algo bastante interesante, de lo que podemos aprender mucho: Jerusalén estaba sitiada por las tropas de Babilonia, nadie podía salir de la ciudad ni siquiera a comprar pan en otras ciudades.

En los versos 14-16 se lee como Sedequías busco el consejo de Dios a través de Jeremías, a pesar de que días antes había permitido echaran al profeta en una cisterna, ¿Ves que débil de opinión era este rey? (blandengue”, decimos por acá).

Jeremías a continuación expone el mensaje de Dios:

“Entonces dijo Jeremías a Sedequías: Así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: Si te entregas en seguida a los príncipes del rey de Babilonia, tu alma vivirá, y esta ciudad no será puesta a fuego, y vivirás tú y tu casa. Pero si no te entregas a los príncipes del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en mano de los caldeos, y la pondrán a fuego, y tú no escaparás de sus manos.”

JEREMÍAS 38:17-18

Está bien, admito que de verdad no tiene mucho sentido. ¿La ciudad está rodeada de enemigos y la táctica de salvación de Dios es ir a entregárseles? Encima de esto, si me quedo a luchar por mi pueblo estoy sentenciado a muerte.

Es una situación difícil, y más para un rey «blandengue»:

Y dijo el rey Sedequías a Jeremías: Tengo temor de los judíos que se han pasado a los caldeos, no sea que me entreguen en sus manos y me escarnezcan. Y dijo Jeremías: No te entregarán. Oye ahora la voz de Jehová que yo te hablo, y te irá bien y vivirás.”

Jeremías 38:19-20

Un punto clave sale aquí a la luz, vemos en el verso 19 que Sedequías confesó: Tengo temor de los judíos… ¿Le temo a las personas o le temo a Dios? Es muy importante preguntarse: ¿A quien estoy queriendo agradar?

Muchas veces, si quiero agradar a Dios quedaré mal con la gente y viceversa. A Sedequías le pasó, decidió mal, gracias a su decisión, él, su familia y su ciudad cayeron.

En Jeremías 39:5-8 encontramos como Sedequías sufrió las consecuencias de su mala decisión de no obedecer a lo que Dios le pidió, aunque no tuviera mucho sentido:

  • Fue capturado y sentenciado,
  • Vio morir a sus hijos,
  • Le quitaron sus ojos y fue llevado preso a Babilonia,
  • Quemaron las casas del pueblo,
  • Derribaron los muros de Jerusalén, y
  • Destruyeron el templo de Dios.

No hay bendición en la desobediencia y además es peligroso desobedecer a Dios.

Por favor, medita lo siguiente:

¿Qué mal nos ha hecho Dios como para no hacerle caso a lo que nos dice? Aunque no tenga sentido para nosotros, podemos confiar siempre en que Su voluntad es buena, agradable y perfecta.

Despedida

Lo más importante que debemos obedecer de Dios en nuestras vidas, son las buenas noticias que Él nos da de salvación, en Romanos 10:16 dice:

Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿Quién ha creído a nuestro anuncio?”

Querido(a) amigo(a): Obedecer al evangelio es simplemente creer que el Señor Jesús en la cruz estaba pagando la deuda de todos tus pecados y los míos, ya que alguien debía pagar y en Su amor Él quiso entregarse en nuestro lugar. Dice la Biblia que, si tú crees eso, tienes vida eterna, y ya no pasarás por la condenación porque has pasado de muerte a vida.

Piénsalo y medítalo por favor…

En la parte 2, vemos el otro lado de la moneda…

¡Dios te bendiga querido(a) amigo(a)!

SDG ~ Marcos Zúniga

Cuando lo que Dios me pide que haga NO tiene sentido ~ Parte 1

Marcos Zúniga


Discípulo de Jesús | Investigador en Formación | Máster | Ingeniero en Sistemas Computacionales | Promotor de Arte Dramático | Blogger


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